En 1939, el dirigente nazi Reinhard Heydrich concibió la idea de crear un burdel para diplomáticos y dignatarios extranjeros, cuya atmósfera sirviese para relajar las defensas de los clientes y así obtener de información útil para el Tercer Reich.
El director del reportaje, Claus Räfle, se sumergió en la documentación que sobrevivió a la guerra, y se entrevistó con numerosos personajes relacionados con el Salón Kitty, tales como Johannes Heesters, Ernst Stankowski o Werner Rayakowski -el último jefe de prensa del Ministro de Asuntos Exteriores Joachim von Ribbentrop-, así como con una de las prostitutas que trabajaron en el Salón.