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Description

Vladi llegaba el jueves con los brazos cansados, tras una mañana tirando de motosierra. Sirvió para recordar los tiempos de tronzadora y dar algún consejo sobre cómo mantener la máquina que nos ayuda a cortar la leña. Pero lo que Vladimir traía era pensamientos. No solo los buenos que habitan su mente, también esas plantas a las que así llamamos. Lo primero, vía Zeus y la mitología griega, fue contar el porqué de ese nombre. Estas flores siguen coloreando nuestra vida y, ya podéis imaginarlo, también son comestibles, "podemos usar sus flores y hojas para añadirlas a postres o ensaladas, incluso se cristalizan esas flores en azúcar para decorar pasteles. Y secas, nos ofrecen una infusión de esas con suave aroma que parece meterse en nuestros pensamientos susurrando…¡Con un chorrito de limón estoy más rica!".