En la columna semanal Teología y Vida, del Dr. en teología Gumersindo Meiriño, se habla hoy de la sabiduría del que corrige. El sabio corrige. El sabio aprende cuando le corrigen. El sabio sabe sacar frutos para su vida cuando alguien le corrige.
El necio no corrige. No se deja corregir. No saca frutos a la corrección.