Tu vivencia se puede resumir de esta forma. Después de una oración fuerte vino la prueba que hizo brotar algo profundo de su corazón. Por medio del enojo sacaste esas emociones y sensaciones que tenías escondidas. De esta forma las limpiaste, te desahogaste y dijiste las cosas que llevabas tiempo intentando expresar pero no te atrevías. Limpiaste tu corazón. Esto hace bien a tu alma.
Si analizas con profundidad la experiencia verás que casi todo es positivo. Te dará un fuerte empujón en la evolución paulatina y progresiva de tu vida espiritual y de tu madurez..., un impulso que procede de haber pasado la prueba.
Gumersindo Meiriño Fernández