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Description

Poema gótico
Voz y poema de Luis García

Hoy desperté amaneciendo como el día,
sin color, fría como una muerta y
la mente viajera como nunca antes.
Y sueño apoyada en el
alfeizar de la ventana.
Por primera vez me siento enjaulada.
Prisionera en mi propia casa.
Y mi alma se nubla con el paso de las nubes.
Salgo fuera, a la calle y miro arriba.
Allí se mueve el mal.
Lo siento desplazarse, jugar con el viento
en las alturas.
Palpitar en lo más profundo de mis entrañas.
Pronto su negro corazón cubre el horizonte,
Envolviendo la ciudad en un lóbrego páramo
de muertos silencios y oquedades.
Aquel cuyo nombre nadie se atreve a pronunciar
Y sin embargo yo llamé un día Padre, Hermano, Amante.
Dejo marchar la mariposa de mi inocencia.
Es libre del pecado.
La niña que fui, ahora vuela con ella,
sin retorno… sin futuro.
Sin esperanza alguna.
Siento la llamada, del círculo mágico.
Mi alma ya perdida se libera de ésta cáscara yerma
Y me dirijo al abismo, al acantilado de mi soledad
Salto hacia ti, amado mío, a tu encuentro eterno.