Rarísimo demonio cuasimódico
Enjuta sombra pegada a una nariz
Como una daga empuña la guitarra
Se arrastra por las calles de Madrid
Tened cuidado cuando dispare un do
Guardad vuestras criaturas
Escandalosa bestia que arrebata
Dulces doncellas a golpes de ternura
Su diabólica risa que no paga hipotecas
Su tufo a cigarrillo a aurora y a tequila
Va exhibiendo sin carnes su lápida de piedra
Algo así como un duende de apellido Sabina.
Dios le dé un whisky al alba
que lo haga reír
Y una chica en la cama
y una muerte en Madrid.