¿Eres un/a pecador/a empedernid@? ¿Pasas por delante de una iglesia y suena la alarma? ¿Vas a misa y el Cristo salta de la cruz, con clavos y todo? ¿Tienes tantos pecados que para confesar tienes que reservar cita? ¿Conoces los pecados capitales? ¿O los tuyos son de provincias, porque son chiquititos? ¿Cuál es tu mayor pecado? ¿Eres soberbi@, croata, bosni@? ¿Conoces algún “soberbio” chino? ¿Eres tan tacañ@ que te has cosido los bolsillos para no tener que invitar? ¿Gastas menos que el Oscar Pistorius en calcetines? ¿Eres iracund@? ¿Te exaltas por todo? ¿Pasa una mosca y te cagas en la creación divina? ¿Comes como un/a cerd@ y te bebes hasta el agua de los floreros? ¿Envidias hasta a los indigentes del metro? ¿Eres más flojo que el sastre de Tarzán? ¿Y qué me dices de la lujuria? ¿Eres lujurios@? ¿Vas por la calle y ves chichinabos andantes en vez de personas? ¿Por qué lo llaman lujuria? ¿Porque echar un quiqui es un auténtico “lujo”? ¿No debería ser más pecado no comerse un rosco? ¿Cuál es el peor pecado? Si hubiera un octavo pecado capital, ¿cuál sería? ¿Tienes algún pecado inconfesable? ¿Y algún pecadillo que se muerda la cola? (¡Uy! ¡Eso debe ser lujuria!)
Esta semana en Por Qué No Te Callas: ¡Pecadores de la pradera!
(Si nos escuchas vas un rato al purgatorio)
