He visitado el viejo bar
donde nos conocimos.
Reías,
tus amigos reían
y tu risa fue mi faro
desde aquella noche
de luciérnagas y estrellas.
Las lámparas lagrimeaban oro
y nada más verte,
descubrí en tus ojos
las minas de El Dorado.
Te pedí bailar una vieja canción
en medio del salón,
y al mirarme a los ojos
cambiaste por un sí tu no.
Algo pasó entre los dos,
una corriente de vida
se empeñó en juntarnos
los cuerpos y la razón.
Ya entonces
había perdido todo temor.
Bombeaba amor mi corazón.
La música seguía sonando
impregnando las paredes,
los rincones, la penumbra
de colores y confusión.
Cayeron los muros, el techo,
y aquel baile en tus brazos
me llevó
hasta las puertas de Orión.
Palpitaban tus labios,
brillaban tus ojos,
bombeaba amor mi corazón.
Cerró el Universo sus puertas,
apartó de golpe céfiros y planetas,
para dejarnos solos
bailando aquella canción.
Sonaba como una oración
que dijera "tú y yo, tú y yo.
Que nada ni nadie se atreva
a separar lo que la magia unió"
Alguien dijo "qué quieres beber"
y la pregunta me sobresaltó
sacándome de mi ensoñación.
Seguías sentada con tus amigos,
pero sentiste mi presencia,
y me miraste de pronto
con cara de interrogación.
Aún no te conocía de nada,
pero solo con verte una vez,
bombeó amor mi corazón.
Autor: Raúl Tamarit Martínez
Música: Tina Guo-Winter Star