Me prometí no escribirte jamás un poema.
Me prometí, ¿valía la pena?, contenerme
y no permitir que gente ajena te nombrara,
que nadie desatara en mí ese torrente
de escribir un verso que a otro se encadena.
Cuántas veces me tembló en la mano
la pluma arrebatada y de tinta henchida,
embebida de pasión renovada y distinta
pugnando por escribirte un solo "te amo".
Estoy decidido a cumplir mi promesa
por mucho que pesa ese yugo,
aunque mi corazón aún sea tuyo,
al igual que mi alma, que te desea.
Qué espesa se torna la escritura
cuando la criatura perfecta
te ciñe el cuello y te lo aprieta
hasta libar tu inspiración más pura.
Rompiste nuestra historia de amor
con extraño desdén, sin delicadeza,
con esa cruel e insensible vileza
con la que el cazador aplasta una flor.
Me prometí no escribirte un poema.
Una promesa más que no cumpliré.
¡Qué despreciable te debo parecer!,
pues que sin quererte querer,
tú te ríes sabiendo que te amaré
hasta el día en que me muera.
Autor: Raúl Tamarit Martínez
Música: Claude Debussy Clair de Lune, for Piano (Suite Bergamasque No 3)