Pintada de verde esmeralda,
con restos de púrpura clara,
descansa dormida mi barca
entre las mansas cañadas.
El tiempo la va coloreando
de amaneceres blancos
y largas noches estrelladas.
Que no he vuelto a navegarla,
por no volver a recordar
aquella despedida aciaga.
Cruje en las tardes calladas,
cuando ausente ando el sendero
donde languidecen sus sueños
de barca sin dueño, abandonada.
Flores y aves extraviadas
hacen nido en su vientre,
túmulo sucio y doliente
de vieja madera astillada.
Qué triste bamboleo el suyo
cada vez que el viento mece
su osamenta de ballena varada.
¡Cuánto quisiera pasearla
amarrado a sus remos de agua,
con los labios de mi amada
acaramelándome el alma!
Autor: Raúl Tamarit Martínez
Música: René Osmanczyk - Sad Cello Melody