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Description

Te voy tocando,
y en la cima de mis dedos te quedas,
oro atomizado,
pálpito de corazón
esparcido y enamorado.

Te respiro de cerca,
y te quejas revolviéndote la cabellera,
y me ofreces un cielo sin estrellas,
ni adornado,
olor a cera fundida,
sinuosa,
recorriendo caminos transitados,
dorados reflejos
de hielo derretido en el fragor,
en el ir y venir
de un vaivén enajenado.

Tu prisa me estremece
y me abandono en tus manos,
en tu vientre, en tu frente,
en el valle continuado de tu espalda
que cincelo
y amaso como al barro.

Quiero asirte, arañarte, morderte
y me resbalo,
quiero herirte, curarte, mancillar
la inmarcesible belleza
que derramas en cada beso,
en cada grito,
en cada suspiro que suspiras
y yo exhalo.

A veces te abrazo y desapareces
y apareces y te encuentro
y te pierdo
y te escapas por mi piel
y regresas y tu boca
es un resuello,
con los labios agrietados,
y los sanas en los mios
que precipitadamente
te buscan y te encuentran
en un reir y llorar dulce
y desesperado.

Te como y me comes
en orgiástica vesania,
y la esencia de cuanto eres
es materia de la que mi alma
y yo nos alimentamos.

Ni te tengo ni me tienes,
ni me matas ni te mueres,
y te exprimo y te bebo
y finges ser humana,
y retornas a tu estado
y caes en mis brazos
como un ángel recién caído
de la mañana.

Te conozco y no me engañas,
que aunque sepas a fruta,
a hidromiel, a ambrosía,
que aunque cubras tu cuerpo
y tus palabras con brisa
lluvia y hojas,
te hago y eres mía,
y ni queremos ni podemos
evitar esta locura de no parar,
ni detenernos,
de dejarnos la piel a tiras
en los besos que nos damos,
en los dientes, en la poesía,
y en las puntas de flecha
de nuestros dedos,
que nos clavamos
en el pecho cada día.

Autor: Raúl Tamarit Martínez

Música: Michael Ortega-Sad Piano (Very emotional)