Voy y vengo.
Pero hoy, me quedo.
Puede que no mucho tiempo,
puede que no tanto anhelo...
Esta vez, quizá no baste
una de tus miradas,
quizá no baste una más
de tus llamadas.
Voy y vengo,
y a veces te tengo.
Pasas junto a mí
y te paras,
giras tu cara,
giras tu boca,
giras tu cuerpo y tu alma.
Y me empapas.
Noto tu aliento resbalando tibio
por mi espalda.
Muestras en tus mejillas la alborada.
No siempre. Ahora.
Y mis manos encallecidas
encuentran paz en tus senos,
y mis ojos cansados hallan
vida en tus palabras.
Voy y vengo.
Pero no será hoy,
ni mañana.
No puedo esperar otro día
de este invierno,
a que el sol
ya no salga.
Raúl Tamarit Martínez