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Aunque la Palabra de Dios nos enseña que Dios es nuestro proveedor:

Salmo 37:25 “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.”

Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”

Mateo 7:7-11 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Y lo creemos así, también es cierto que todo ello no es la prioridad sino la consecuencia de la dependencia de Dios:

Mateo 6:31-34 “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”

De hecho la Palabra es clara cuando dice a través del apóstol Pablo:

Filipenses 4:11-13 “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Observamos, por tanto, que lo verdaderamente importante no es tener mucho, sino TENER A CRISTO, porque si lo tenemos a Él lo tenemos todo:

Efesios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,”
Colosenses 3:1 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.”

Pablo llego a tal estado de entendimiento de estas realidades que llegó a decir:
Filipenses 3:7 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,”

En definitiva, es la misión de Dios solo para proveernos lo material, o si lo vemos así nos hemos quedado en una visión muy corta de El. ¿Debemos creer que la escasez es una maldición, o Dios puede pasarnos por situaciones, como a Pablo, de todo tipo para revelarnos sus tesoros de sabiduría y riquezas espirituales? ¿Es el no tener un trabajo, por circunstancias ajenas a nuestra responsabilidad, hoy signo de retirada del amor de Dios y de sus pactos? ¿Es la finalidad del hombre el que seamos ricos? Podremos hoy profundizar acerca de este tema tras