Ya vimos en un programa anterior el peligro de las malas influencias en nuestros hogares, pero es cierto que existen peligros concretos en el mal uso de la televisión, que puede hacer un daño terrible en nuestros hogares, ya que los intereses económicos van por encima de las conveniencias de los receptores de los mensajes que se retransmiten. Una vez más el amor al dinero hace estragos a víctimas que ignoran la manipulación de los medios y sus intereses y motivaciones ocultas.
1Timoteo 6:9 “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
El problema viene determinado porque este amor al dinero y sus efectos no quedan en la espera individual de quien lo vive y padece, sino que por tratarse de medios masivos estos hechos afectan en forma exponencial a una cantidad indeterminable, pero muy numerosa, de personas que pueden verse perjudicados por la influencia negativa del daño que se les pueda infligir. En otras palabras, como ya vimos anteriormente, no es algo que quede aislado sino que tiene una repercusión masiva, como la influencia conocida de los medios de comunicación.
Nos enseña la Palabra de Dios que las malas compañías corrompen las malas costumbres, o lo que es lo mismo, que determinadas influencias extrañas afectan directamente sobre los hijos de Dios.
1 Corintios 15:33 NTV: “No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque «las malas compañías corrompen el buen carácter».