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Sabemos que hay una relación causa-efecto entre pecado y enfermedad, aunque no siempre es así, como aprendemos del caso de Job:

Levítico 26:14-17 “Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos,
15 y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto,
16 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán.
17 Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga”.

Salmo 32:1 “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.
3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. 4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano.
5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”

Aunque es cierto que en el A.T. se consideraba la enfermedad como consecuencia, en la mayoría de las veces, del pecado vemos que Dios se complace y deleita en la sanidad :

Salmo 103:3 “El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias”

* Sin embargo ya en Cristo, en el N.T. vemos que Jesús ha venido a sanar en un ministerio jamás antes imaginado:

Lucas 4:18-19 “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.”

Marcos 2:17 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”

Juan 9:1-3: “Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?
3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.”

Efesios 1:7 “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,”

“Redención”: G629 ??????????? apolútrosis de un compuesto de G575 y G3083; (el acto) redención en pleno, i.e. (figurativamente) librarse, o (específicamente) cristiana salvación:- redención, remisión, rescate.

DRALE: Redención: Acción o efecto de redimir} Redimir: Del lat. redim?re.
1. Rescatar o sacar de esclavitud al cautivo mediante precio.
2. Comprar de nuevo algo que se había vendido, poseído o tenido por algunarazón o título.
3. Dicho de quien cancela su derecho o de quien consigue la liberación: Dejar libre algo hipotecado, empeñado o sujeto a otro gravamen.
4. Librar de una obligación o extinguirla.
5. Poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad o molestia.

Sabemos que nuestra fe puede activar el Poder de Dios en nosotros para sanarnos. Pero sin esa fe, a no ser que sea un milagro en el que Dios quiera glorificarse y en el que dicha fe no sea necesaria en el enfermo, las sanidades o milagros no tienen por qué materializarse.

Marcos 6:5 “Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.
6 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.”

Las sanidades continuaron con los discípulos:

Marcos 16:17 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”

Hechos 5:15-16 “tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.”

Vemos por tanto la importancia de Jesús en nosotros para nuestra sanidad:

Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”