Abordamos hoy un tema interesante, no lleno de conflictos, incógnitas, dificultades y preguntas con dudosas respuestas, pero con una respuesta clara en la Palabra de Dios, eso sí, ¿Hay algo imposible? ¿Es Dios el único que puede hacer posible lo que para nosotros es inviable? ¿Está Dios al lado de los que sufren y necesitan ayuda para quitar el problema concreto, o Su Propósito puede ser más profundo? ¿Es el trabajo en nuestro corazón más importante que el milagro físico?
La Palabra de Dios es muy clara en este asunto: Jeremías 32:27 “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”
¿Cuál es el deseo de Dios, solucionar nuestros problemas físicos, o cambiar nuestro corazón? ¿Hacernos la vida más fácil o llevadera, o más bien usar nuestra vida a través de las adversidades para mostrar a Dios en ella?
Podríamos de alguna manera afirmar que en el Espíritu, en Cristo, todo nos es posible, pero en la carne, en la naturaleza humana tenemos infinitas barreras, imposibles y dificultades. Jesucristo lo manifestó de una manera muy contundente (en la anécdota del joven rico):
Mateo 19:26 “Pero Jesús, mirándolos, les dijo: Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible”
Si es Dios quien promete, El cumplirá (Hebreos 10:23 “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”), de modo que cada promesa en la Palabra de Dios es para nosotros. A menudo salen expresiones desafortunadas de nuestra boca como “no puedo”, “es imposible”, “hasta aquí y no más” pero esas expresiones, actitudes. Si nuestro Dios es poderoso y así lo creemos, si es soberano y a El nos sometemos, debemos de mantener firme nuestra fe y no dudar, ya que El es Todopoderoso. Recordemos lo que aconteció con Sara y Abraham:
Génesis 18:14 “¿Hay algo demasiado difícil para el SEÑOR? Volveré a ti al tiempo señalado, por este tiempo el año próximo, y Sara tendrá un hijo.”
Dios puede resucitar un muerto, parar el sol y detener el tiempo, dar victorias, etc. Dios es el TODO PODEROSO, y nosotros debemos aprender a estar seguros en El y dedicarnos a vivir el propósito que El ha planificado para con nuestras vidas.