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El llamamiento: Acción de pedir alguien, mediante razones o ruegos, que se actúe de determinada manera o se haga cierta cosa.
Del evangelio: literalmente significa "buenas nuevas." Es el plan que Dios ha diseñado para salvar a los humanos pecadores de la separación eterna de Él.
EXPLICACIÓN Y BASE BÍBLICA
Cuando Pablo habla de la manera en que Dios trae salvación a nuestra vida dice: «A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó» (Ro 8:30)
Aquí Pablo señala un orden definido en que nos vienen las bendiciones de la salvación.
Aunque hace mucho, antes de que el mundo fuese hecho, Dios nos «predestinó» para que fuéramos sus hijos y fuéramos conformados a imagen de su Hijo, Pablo apunta al hecho de que en la realización de ese propósito en cuanto a nuestra vida Dios nos «llamó».
Luego menciona de inmediato la justificación y la glorificación, y muestra que estas vienen después del llamamiento.
Predestino : Las palabras traducidas como “predestinado” en las Escrituras arriba mencionadas, vienen de la palabra griega “proorizo” que significa “determinar anticipadamente”, “ordenar”, “decidir sobre un tiempo futuro”.
Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor ? Efesios 1:4 ?
También se le conoce como la presciencia que significa: Conocimiento de las cosas futuras.
Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada. ? 1 Pedro 1:2 ? La Biblia de las Américas
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.
La Justificación En pocas palabras, justificar es declarar justo; hacerlo a uno justo con Dios. La justificación, es Dios declarando justos a aquellos que reciben a Cristo, basándose en que la justicia de Cristo es imputada a la cuenta de aquellos que lo reciben. Aunque la justificación, como un principio, se encuentra a través de toda la Escritura, el pasaje más importante que describe la justificación en relación a los creyentes está en Romanos 3:21-26:
La glorificación es el término teológico que se usa para describir la extracción final del pecado de la vida del cristiana al final de los tiempos. Los diccionarios generalmente definen glorificación como un estado de gran honor. Aún así, en los estudios bíblicos, glorificación existe como una de tres partes en el proceso de la vida Cristiana que incluye la justificación (ser hecho justo ante Dios), la santificación (el proceso continuo de ser santificado), y la glorificación (la extracción final del pecado).

¿Cuándo sucederá la glorificación? Las Escrituras indican que la glorificación sucederá en el momento de la trompeta final. ? 1 Corintios 15:52?
enseña que esto sucederá “en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque de la última trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo inmortal y seremos transformados.
Pablo indica que hay un orden definido en el propósito salvador de Dios .
Llamamiento efectivo
Cuando Pablo dice: «A los que predestinó, también los llamó, a los que llamó, también los justificó» (Ro 8:30), indica que ese llamamiento lo hace Dios. Es específicamente un acto de Dios el Padre, porque es él quien predestina a las personas «a ser transformados según la imagen de su Hijo» (Ro 8:29).
Otros versículos describen más completamente qué es este llamamiento.
Cuando Dios llama a las personas de esta manera poderosa, las llama «de las tinieblas a su luz admirable» (1 P 2:9)
Las llama «a tener comunión con su Hijo Jesucristo» (1 Co 1:9; cf. Hch 2:39) y «los llama a su reino y a su gloria» (1 Ts 2:12; cf. 1 P 5:10; 2 P 1:3).
Los que han sido llamados por Dios le pertenecen a Jesucristo (vea Ro 1:6). Son llamados «a ser santos» (Ro 1:7; 1 Co 1:2)
y han entrado a un reino de paz (1 Co 7:15; Col 3:15), libertad (Gá 5:13), esperanza (Ef 1:18; 4:4), santidad (1 Ts 4:7), con paciencia soportan el sufrimiento (1 P 2:20-21; 3:9) y tienen vida eterna (1 Ti 6:12).
Estos versículos indican que no se tiene en mente un simple llamamiento humano e impotente. Este llamado es más bien algo así como una «citación» del Rey del universo, y tiene tal poder que obtiene la respuesta que pide que brote del corazón de esas personas.
A este poderoso acto de Dios a menudo se le llama llamamiento efectivo, para distinguirlo de la invitación general del evangelio que va a toda persona, y que algunos rechazan.
Esto no quiere decir que la proclamación humana del evangelio no interviene. De hecho, el llamamiento efectivo de Dios llega mediante la predicación humana del evangelio, porque Pablo dice: «Para esto Dios los llamó por nuestro evangelio, a fin de que tengan parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo» (2 Ts 2:14).
Por supuesto, hay muchos que oyen el llamado general del mensaje del evangelio y no responden. Pero en algunos casos el llamado del evangelio es tan efectivo gracias a la obra del Espíritu Santo en el corazón de las personas que estas en efecto responden; podemos decir que han recibido el «llamamiento efectivo».
Podemos definir el llamamiento efectivo como sigue:
El llamamiento efectivo es un acto de Dios el Padre en el que, hablando mediante la proclamación humana del evangelio, llama a las personas hacia sí mismo de tal manera que estas responden con fe salvadora.
Aunque es cierto que el llamamiento efectivo despierta y obtiene de nosotros una respuesta positiva, siempre debemos insistir que esta respuesta tiene que ser de todos modos una respuesta voluntaria, dispuesta, en la que el individuo pone su fe en Cristo.
Por esto la oración es tan importante para la evangelización efectiva. A menos que Dios obre en el corazón de las personas para hacer efectiva la proclamación del evangelio, no habrá respuesta salvadora genuina. Jesús dijo: «Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió» (Jn 6:44).