Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros”. (Santiago 4:7-8)
¿Cómo podemos resistir al diablo? Esa fue una pregunta de vital importancia para Jesucristo y sus apóstoles. Nuestro Señor tuvo que resistir al diablo repetidamente. ¿Recuerda usted?. El dijo en más de una ocasión: “¡Apártate de mí, Satanás!”. Sus seguidores aprendieron eso de El. Pablo trató de enseñar a sus compañeros a estar firmes en contra de las artimañas del diablo. Pedro los exhorta: “resistidlo firmes en la fe”. Y Santiago, el hermano del Señor, dio a la iglesia este mandamiento con una promesa: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros”.