Las ciudades son entes vivos que se transforman, que cumplen ciclos de vida y ciclos de muerte, Bogotá no es ajena a este tipo de cambios que podemos vislumbrar históricamente, pero no es solo a través del papel que vamos a poder identificar estas transformaciones sino que cada uno de los sitios va a comenzar a tener una voz que nos habla de sus usos nuevos, de la sociedad, de la concepción del mundo de sus habitantes, por eso podemos ir descubriendo diferentes capas, esa es la invitación el día de hoy a agudizar la mirada y poder identificar dentro de la cotidianidad esos sitios que están llenos de historias, de magia y de literatura.