Con aproximadamente 380 sustancias químicas conocidas en su composición, los científicos todavía se esfuerzan por conocer cómo el chocolate afecta a nuestro cerebro. Sabemos que imita la forma en la que nuestro cerebro reacciona ante la marihuana, las anfetaminas y esa droga a la que llamamos "amor".
¿Cómo es que esta pequeña vaina procedente de un pequeño árbol se convirtió en una obsesión para todo el mundo? En 1847, el chocolate se hizo comestible y bebible y Milton S. Hershey lo popularizó en Estados Unidos. Durante la Segunda Guerra Mundial, la barrita de chocolate se convirtió en un símbolo americano reconocido internacionalmente. Los soldados americanos utilizaron las barritas de chocolate como elemento de trueque y los pequeños dulces conocidos como M&Ms se convirtieron en los favoritos. Estudios recientes han demostrado los beneficios del chocolate para la salud, especialmente del chocolate negro, que tiene algunos de los mismos efectos antioxidantes que el vino tinto. Así que ahora no sólo podemos tener nuestra ración de chocolate, sino que también nos la podemos comer.