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Fragmentos del libro "Los misterios de Jesús. El origen oculto de la religión cristiana", de T. Freke y P. Gandy. Libro "misteriosamente" desaparecido de librerías y bibliotecas. 1. Hemos quedado convencidos de que la historia de Jesús no es la biografía de un mesías histórico, sino un mito que se basa en leyendas paganas imperecederas. El cristianismo no fue una revelación nueva y excepcional, sino que en realidad fue una adaptación judía de la antigua religión mistérica de los paganos. 2. A medida que íbamos estudiando las diversas versiones del mito de OsirisDioniso, resultaba evidente que la historia de Jesús tenía las mismas características. Los sucesivos episodios nos permitieron comprobar que era posible construir la supuesta biografía de Jesús partiendo de temas míticos que antes se relacionaban con Osiris-Dioniso: - Osiris-Dioniso es Dios hecho carne, el salvador e «Hijo de Dios». - Su padre es Dios y su madre es una virgen mortal. - Nace en una cueva o en un humilde establo el 25 de diciembre ante tres pastores. - Ofrece a sus seguidores la oportunidad de nacer de nuevo por medio de los ritos del bautismo. - Convierte de forma milagrosa el agua en vino en una ceremonia nupcial. - Entra triunfalmente en la ciudad montado en un pollino mientras la gente agita palmas en su honor. - Muere en tiempo de Pascua como sacrificio por los pecados del mundo. - Después de morir desciende al infierno y luego, al tercer día, resucita de entre los muertos y asciende glorioso al cielo. - Sus seguidores esperan que regrese para juzgar a los hombres en el fin de los tiempos. - Su muerte y su resurrección se celebran con un ágape ritual consistente en pan y vino que simbolizan su cuerpo y su sangre.
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Éstos son sólo algunos de los temas que tienen en común los relatos sobre OsirisDioniso y la «biografía» de Jesús. ¿Por qué no todo el mundo conoce estas notables semejanzas? Porque, como descubriríamos más adelante, la primitiva Iglesia romana hizo cuanto pudo para ocultarlas. Destruyó sistemáticamente la literatura sagrada de los paganos como parte de un brutal programa cuyo objetivo era erradicar los misterios: tarea qué llevó a cabo de forma tan rigurosa que en la actualidad el paganismo se considera una religión «muerta». Aunque ahora nos sorprendan, estas coincidencias entre la nueva religión cristiana y los misterios antiguos resultaban sumamente obvios para los autores de los primeros siglos de nuestra era. Los críticos paganos del cristianismo, tales como el satírico Celso, se quejaban de que la nueva religión no era más que un reflejo pálido de sus propias enseñanzas antiguas. Como es natural, estas críticas llenaron de inquietud a los primeros Padres de la Iglesia, como Justino Mártir, Tertuliano e Ireneo, y los empujaron a recurrir a remedios extremos, entre ellos la afirmación de que las semejanzas eran fruto de la «imitación diabólica». Utilizando uno de los argumentos más absurdos de todos los tiempos, acusaron al diablo de ¡«plagio por anticipado», de copiar arteramente la verdadera historia de Jesús antes de que sucediese en realidad en un intento de engañar a los crédulos! Nos pareció que estos Padres de la Iglesia no eran menos arteros que el diablo al que pretendían incriminar. 3. El paganismo es una religión «muerta», o, para ser más exactos, una religión «exterminada». No se apagó poco a poco hasta caer en el olvido. Fue suprimida y aniquilada activamente, sus templos y santuarios fueron profanados y demolidos, y sus grandes libros sagrados fueron arrojados a la hoguera. 4. Aunque, por regla general, hoy día se desconocen las notables semejanzas que existen entre los mitos de Osiris-Dioniso y la supuesta «biografía» de Jesucristo, en los primeros siglos de nuestra era resultaban obvias tanto para los paganos como para los cristianos. El filósofo y satírico pagano Celso criticó a los cristianos porque pretendían hacer pasar la historia de Jesús como una nueva revelación cuando en realidad era una imitación inferior de mitos paganos. 5. Jesús se rodea de doce discípulos, lo cual suele interpretarse como símbolo de las doce tribus de Israel. Sin embargo, las doce tribus son una referencia simbólica a los doce signos del zodíaco de la astrología babilónica, que los judíos adoptaron durante su exilio en Babilonia. 6. El Nuevo Testamento era nuevo para los judíos, pero no para los paganos, que tenían aquellas doctrinas desde hacía cientos de años. 7. De la misma manera que Platón había atacado la tradicional imagen griega de Dios como Zeus dominante, también los gnósticos atacaban esta imagen tradicional de

Dios que tenían los judíos, y afirmaban que Jehová era en realidad sólo la imagen del Dios verdadero. El sabio gnóstico Valentín utilizaba el término platónico «demiurgo» para referirse a Jehová, al que representaban como un ser divino subordinado que hace de instrumento del Dios verdadero. Decían que Jehová era una deidad menor presuntuosa cuya ignorancia le hace creer que es el Dios único y verdadero. En el Antiguo Testamento, Jehová proclama: «Yo, Yahvéh, tu Dios, soy un Dios celoso. No habrá para ti otros dioses delante de mí». Con todo, la obra gnóstica titulada Libro secreto de Juan dice que esto es una «locura» y comenta: «Al pronunciar estas palabras, indicó a los ángeles que existe otro Dios; porque si no existiese ningún otro, ¿de quién tendría celos?».