El escalofriante relato tiene lugar en Tijuana, México, y pertenece a Anastasia Lechtchenko de 19 años. Los cuerpos de sus víctimas fueron encontrados desmembrados, tres días antes de su confesión.
Anastasia Lechtchenko confesó ante las autoridades el 13 de junio ser la autora del homicidio de su madre, Yulya Masney, de 42 años y de origen ruso pero nacionalizada mexicana, y de la hija de esta de 12 años, cuyos cuerpos fueron encontrados descuartizados tres días antes en su casa en Tijuana.
Según reportes de la prensa local, Anastasia dijo que decapitó y desmembró los cuerpos, a los que les sacó el corazón a una y los ojos a otra, para tirarlos por el inodoro por creer que ambas realizaban brujería en su contra.