Listen

Description

Todo el mundo ama los grandes regresos, y Aerosmith no solo logró sobrevivir a los 70, sino que alcanzó su pico comercial con su undécimo álbum de estudio, “Get A Grip”, lanzado 20 años después de comenzada su carrera y en medio del panorama dominado por el grunge en la escena rock de los 90.

Con su espantosa tapa de ubres de vaca perforadas (diseñada por el artista de rock progresivo Hugh Syme), “Get A Grip” fue una inyección del exceso de rock de estadios de la vieja escuela, que se apoderó de la radio y MTV durante la mayor parte de 1993.

A finales de los 80 y durante los 90, Aerosmith experimentó un renacimiento en la mitad de su carrera que la mayoría de los grupos de rock esperaban pero que rara vez lograban.
Por supuesto, un grupo con cierto pasado glorioso puede volver a armar la formación original y llenar estadios, pero a menudo se basan en éxitos antiguos y no logran agregar a su canon nada relevante.
Aerosmith escapó de este cliché.
A finales de los años 70, el guitarrista principal Joe Perry había dejado la banda y pronto le seguiría el guitarrista rítmico Brad Whitford.
Aunque Steven Tyler y compañía siguieron adelante, la magia y la energía de los primeros Aerosmith parecían haberse ido, pero el grupo volvería a la normalidad muy pronto.

Mientras que Perry y Whitford regresaron en 1984 para grabar el irregular “Done With Mirrors”, la segunda parte de la historia de la banda realmente floreció con “Permanent Vacation” de 1987, impulsado por el éxito extraordinario de la nueva versión de 1986 de "Walk This Way" con el grupo de hip-hop Run-DMC. Estas vacaciones permanentes marcaron el comienzo de un renacimiento que continuaría con los álbumes “Pump” y “Get A Grip”.

Lanzado el 20 de abril de 1993, “Get A Grip” es uno de los álbumes de mayor éxito comercial de Aerosmith; certificado siete veces platino, solo superado por “Toys In The Attic”, que fue certificado ocho veces platino.
Encabezó la lista de álbumes Billboard Top 200 y no solo restableció a Aerosmith como la banda de hard rock reinante de Estados Unidos, sino que también les dio reconocimiento mundial.
De los más de 10 millones de personas que compraron “Get A Grip”, casi la mitad de esas ventas provinieron de fuera de los EE. UU.
Con todo milimétricamente pensado, el éxito comercial del álbum no fue una simple casualidad.

-

Musicalmente, el álbum es un clásico de Aerosmith: fuertes ritmos del baterista Joey Kramer; con precisas líneas de bajo de Tom Hamilton; el juego de guitarras entrelazado de Joe Perry y Brad Whitford; y por supuesto, los aullidos, gritos y chillidos de Steven Tyler.

Sin embargo, temáticamente, la banda continuó avanzando hacia los comentarios sociales, como lo habían hecho en canciones como "Janie's Got A Gun" de “Pump”, donde específicamente intentaron cortejar a una audiencia de miembros de la Generación X con tendencias políticas.

Después de una introducción que incluye un rap de Steven Tyler (más o menos) al estilo de "Walk This Way", “Get A Grip” comienza como una bomba con "Eat The Rich" (“Comer al Rico”), que se explica por sí misma en su título, en una canción casi más relevante hoy que en 1993.

También es bueno señalar que Aerosmith trajo algunos nombres importantes para ayudar con la composición (entre ellos, Tommy Shaw de Styx ("Shut Up And Dance"), Don Henley de Eagles ("Amazing") y Lenny Kravitz ("Line Up"), sí bien quizá la mejor canción rock del disco es una que Tyler y Perry escribieron juntos.
"Fever" tiene todo lo que una buena canción de Aerosmith necesita: un ritmo firme, armonías listas para la radio, un gancho pegadizo y la cantidad justa de suciedad.

-

Mientras que la canción que da título al álbum trata sobre las consecuencias del abuso de drogas, y el single principal, "Livin' On The Edge", aborda temas como el racismo, la religión y la política desde un punto de vista puramente visceral, el éxito de “Get A Grip” radica en una tríada de power ballads, las ya clásicas "Crazy", "Amazing" y "Cryin'".

"Cryin'" y "Crazy" aparecen hacia el final del álbum, recompensan con creces al oyente con algunas de las teatralidades vocales más grandes que la carrera de Tyler, combinado con una cuota de blues de Perry.
Incluso con su ADN de hard rock, se puede escuchar a la banda cediendo al estilo de balada country-pop conmovedora que prevaleció durante gran parte de la década de los 90.

Y además, esos videos con la bellísima Alicia Silverstone, conquistando a toda una generación de espectadores de MTV.

-

“Get A Grip” puede ser una cierta desviación de los comienzos más bluseros del grupo de Boston, pero sirvió para recordarle a una nueva generación por qué la gente aspiraba a ser estrellas de rock and roll en primer lugar, desafiando a la aplastante corrección política del rock alternativo de los primeros noventa.

Nos despedimos con “Amazing”.

Espero que hayan disfrutado del episodio tanto como yo y decimos una plegaria por los corazones desesperados esta noche.

Esto fue “Get A Grip” de Aerosmith.