Beck cuenta con una de las discografías más interesantes y esquizofrénicas de cualquier artista contemporáneo, salvando a David Bowie, claro está.
Al igual que Bowie, Beck ha construido una carrera basada en la inquietud y la reinvención, superando las expectativas de manera desafiante, casi imprudente.
Si bien la retrospectiva de los críticos de rock por lo general revela que este enfoque a largo plazo es lo que separa a las estrellas de las leyendas, a los artistas de un momento de los creadores de tendencias, también casi garantiza, con cada nuevo lanzamiento, la creciente alienación de porciones enteras de una base de fans.
Los fanáticos de la versión desprolija y volada de Beck como se escucha en “Golden Feelings y “One Foot In The Grave” podrían no apreciar los trabajos de gran presupuesto como el pastiche pop que es “Odelay” o la lascivia de “Midnite Vultures”.
Los fans de los clásicos melancólicos y meticulosamente arreglados como “Mutations” y “Sea Change” quizás no se sientan cómodos con el salvaje y ruidoso “Stereopathetic Soulmanure”, el impenetrable “A Western Harvest Field By Moonlight”, o mismo el tropicalia kitsch de “Guero”.
Intenté captar cada sonido, cada expresión artística, si bien no todos los álbumes de Beck quedaron representados en el programa, para hacer una lista justa (aunque muy subjetiva) de sus mejores canciones. Capturar la esencia de un personaje tan exótico en una hora de música no es tarea fácil.
La discografía de Beck es una constelación de estilos, estados de ánimo y modas, su carrera es una serie de gestos desequilibrados llenos de afición y búsqueda, tanto como de genialidad.
Algunos de sus temas favoritos seguramente no estarán en esta lista.
De hecho algunos de los míos tampoco están.
Al intentar lograr una lista equilibrada, no están "Totally Confused", "Fume", "Rowboat", "Nausea", "Gamma Ray", "Girl Dreams", "Mexico" o "In A Cold Ass Fashion", todas canciones que sin duda formarían parte de mi playlist de Beck.
En otras palabras, discrepen todo lo que quieran, pero no sean muy crueles.
Comenzábamos el programa con “The New Pollution”, tema perteneciente a su quinto álbum de estudio “Odelay”, que incluso para los estándares de Beck tiene una letra rarísima, y tuvo un video con estética de los años 60 que arrasó en los premios MTV de 1997.
Luego escuchamos “E-Pro”, primer single del álbum de 2005 “Guero”, que en su momento fue considerado como una vuelta al sonido del anteriormente mencionado “Odelay’, aunque con el tiempo, no lo veo tan así.
Continuaremos con la funky y alegre “Dreams”, que además de formar parte del álbum “Colors” de 2017, fue incluida en el juego FIFA 16.
Además, fue una forma de volver al ruedo pop, con una perfecta canción que lo devolvía a las listas de éxitos y las radios.
Después nos vamos al disco con el que casi todos descubrimos a Beck, al menos mi generación, el maravilloso “Mellow Gold” de 1994.
"Beercan" es exactamente lo que debería ser la canción. Es decir, una fiesta divertida en una canción, sobre una fiesta divertida.
Esta es una de las pistas que Beck hizo con el productor Carl Stephenson, quien agregó sus características capas de sonido (mucha percusión, teclados y una guitarra acústica increíble), así como un sample de un álbum de los Ositos Cariñosos.
Sí, escucharon bien, de los Ositos Cariñosos.
“Tropicalia” es sin duda la canción más destacada de “Mutations”, el álbum de 1998.
Beck, en sus propias palabras, explicaba:
"Siempre me ha gustado mucha música exótica diferente.
Escucho música brasileña desde que era un niño, pero realmente no sentí que fuera algo que saldría naturalmente hasta los últimos años.
Creo que por algo así como 'Tropicalia' necesitaba ir a lugares donde existía esa música, para llegar al punto en que pudiera hacerla yo mismo.
La compuse en la parte trasera del autobús en la gira, y luego escribí su letra. Muchas veces escribo la melodía y los acordes de las canciones, a veces años antes de escribir las letras, así que simplemente se queda ahí incubando".
Beck no toca ningún instrumento en la grabación, solo canta.
Así que esta es probablemente la canción por la que Beck agradeció a "los músicos innegables que tocaron en este disco" en las notas del mismo.
Por otro lado, “Lost Cause” es simplemente una de las mejores composiciones de la carrera de Beck.
Esta canción de angustia y resignación es un gran momento del álbum “Sea Change” de 2002 y un punto culminante de su discografía.
Incluso la producción típicamente detallista de Nigel Godrich sirve a la canción noblemente con sintetizadores que imitan una brisa fría, la suave percusión que se corta abruptamente, y un xilófono que acentúa cada cambio de acorde.
Una joya de canción, para nada una causa perdida.
Beck ha hecho muchas combinaciones extrañas de diferentes estilos de música, y esta es quizás la más extraña.
"Sexx Laws" presenta una combinación de banjo Bluegrass y una sección de trompeta funk, creando una impecable gema pop.
Esta canción, como podría implicar el título, trata sobre sexo.
Beck usa muchas imágenes ingeniosas para diferentes aspectos del mismo, como usar lentes de contacto para la hepatitis, para usar un condón, por poner un solo ejemplo.
El coro de "Quiero desafiar la lógica de nuestras leyes sexuales", simplemente significa ir en contra de lo que nos han enseñado.
Volvemos a 1996 después, al álbum “Odelay”, desde donde repasaremos su exitoso segundo single “Devil’s Haircut”.
Beck canta algunas letras únicas y extrañas en este tema: un grupo de imágenes grotescas y poéticas Beat como "orgías de descuento", "narices sangrantes", "árboles de basureros" y "robar besos de los rostros leprosos" son relativamente desagradables.
Él las usa para evocar un sentimiento, una sensación de desorientación, "Un corte de pelo del diablo en mi mente", el blues al estilo Beck.
"Se trata de crecer", le dice Beck, nacido en Los Ángeles, aAmerican Songwriter sobre “Qué Onda Guero?”.
"Es una especie de dibujo en acuarela, con pluma y tinta, con un poco de pintura al óleo, un retrato del lugar donde crecí. Crecí rodeado de gente de habla hispana, vallas publicitarias y estaciones de radio. Nací en ese vecindario y la canción tiene que ver con eso.
Si vas a ese barrio vas a ver la canción. Los chicos de las paletas, la vendedora, las señoras de los carritos de compras, los mangos pelados.
Mi amigo Paulo hace las voces que escucharías en el vecindario".
A medida que comenzamos a llegar al final de Punto Muerto, llegan las canciones de Beck que todos amamos.
La canción "Where's It At" se lanzó en el álbum “Odelay”, como el primer single del mismo.
Se podría decir que este es más o menos el sonido de la música alternativa al estilo de los 90.
Hay una mezcla de todos los elementos musicales en juego aquí.
Beck fue una buena alternativa al sonido del grunge y bandas como Pearl Jam y Soundgarden en ese momento que, por supuesto, también amamos, pero necesitás una cierta variedad en tu gusto y Beck lo ofreció como nadie.
Antes que todo eso, escucharemos uno de los himnos de la generación X, una canción fundamental para entender la década de los 90, lo posmoderno y el cinismo de toda una era representados en una letra.
Con un riff que suena muy parecido a "Midnight Rider" de The Allman Brothers Band, la canción se convertiría en el single más importante de la carrera de Beck.
Con ustedes, "Loser".
En un ataque de originalidad, o quizás buscando una forma de halagar excesivamente al artista, un periodista le preguntó a Beck si era el Bob Dylan de los 90, a lo que él inteligentemente contestó:
“No, soy el Bon Jovi de los 60.”
De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este programa de Punto Muerto.
Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.
“Elvis is still in the building, goodnight Montevideo City.”
Hay tiempo para un bonus track? Claro que sí.
Vamos a escuchar el cover que Beck hizo de su ídolo y guía David Bowie, como él mismo dijo.
Disfruten de “Diamond Dogs”