Cuando Blur lanzó su último LP, “The Magic Whip”, hubo mucha alegría ya que era su primer álbum desde “13” de 1999, donde cada pista presentaba a todos los miembros originales de la banda.
Además, “The Magic Whip” vio a Blur reunirse con Stephen Street, quien produjo sus primeros cinco álbumes.
Si bien “The Ballad of Darren” no presenta a Street, todos los miembros originales están presentes, con James Ford como productor, y lo más importante, la experiencia de grabación fue armoniosa.
Nostálgico, casi dolorosamente consciente de sí mismo, “The Ballad of Darren” es un álbum de medio tiempo, reflexivo en su estado de ánimo, pero también es el mejor disco de la banda justamente desde el anteriormente mencionado “13”.
Albarn aparentemente escribió las canciones en una serie de habitaciones de hotel estadounidenses.
Es un escenario que históricamente ha sido bueno para él, ya que compuso gran parte del excelente “Modern Life Is Rubbish” de 1993 en suites de aquel país.
Estas son en su mayoría canciones tristes que insinúan la posibilidad de que se haya separado de su pareja de mucho tiempo, la artista Suzi Winstanley.
“Acabo de mirar mi vida/ Y todo lo que vi fue que no vas a volver”, se lamenta en la canción de apertura “The Ballad”.
“Charles Square” comienza con la airada admisión: “La cagué/ no soy el primero en hacerlo”, mientras que “Barbaric” lo encuentra suplicando una oportunidad para “hablar con ustedes sobre lo que esta separación me ha hecho/ He perdido el sentimiento que pensé que nunca perdería/ Ahora, ¿a dónde voy?”.
Luego, suplica un “No me castigues”, sobre los arpegios de “Goodbye Albert”.
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Entonces, ¿cuál es el tema de “The Ballad of Darren”?
No parece haber uno, más allá de su tono melancólico.
Según Damon Albarn, Darren es alguien que lo había estado presionando durante años para que completara la canción de apertura.
La portada del álbum muestra una fotografía de Gourock Outdoor Pool, la piscina climatizada más antigua de Escocia, tomada por el fotógrafo británico Martin Parr.
El motivo de su inclusión es opaco, pero Gourock Lido apareció en la lista de The Guardian de los mejores centros de deportes acuáticos del Reino Unido en el verano de 2022.
En todo caso, esa sensación de nostalgia bucólica que transmite el arte del álbum se escucha perfectamente en “Far Away Island” y “The Everglades”.
“¿Estás bailando? / ¿Hay nuevas melodías para tocar? / Mientras navego más lejos de ti”
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El verdadero monstruo que se esconde debajo de la cama de Albarn es el aislamiento.
El músico se fue recientemente de Londres para vivir en su enorme casa en la campiña inglesa.
Esto se escucha cuando gruñe sobre la soledad y, de manera autocrítica, sobre cómo "cada generación tiene sus poses doradas".
Continúa examinando el viaje del ego que es el estrellato del pop en el muy pegadizo single "The Narcissist", en el que Coxon suena un poco a Johnny Marr y la voz de Albarn se quiebra en el falsete mientras suplica que no lo lastimen nuevamente.
La canción “Russian Strings” es un triste himno a la impotencia del individuo frente a los terribles acontecimientos mundiales. Recuerda al estilo de balada de salón de los Arctic Monkeys, que también contaba con la producción de James Ford.
“Russian Strings” es una clásica letra de Albarn sobre no escuchar el derrumbe de los bloques de viviendas "con los auriculares puestos".
“Todos tenemos ataduras”, suspira.
"Al final no hay nada, solo polvo/ Así que sube el volumen de la música/ Estoy tocando temas difíciles".
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Todos recordamos aquel Damon Albarn engreído y mirando al vacío de los 90’s.
Ahora en sus cincuenta, suena como un hombre para quien esa desconexión tiene un precio más alto, su aguda burla está suavizada por la experiencia dolorosa.
Sin embargo, cargado con más esperanza, también.
En "Avalon", con unos exquisitos metales de fondo, Albarn evoca imágenes de aviones volando sobre su casa en Devon en su camino a la guerra.
Y el álbum se cierra con “The Heights”: un horizonte borroso en el que Albarn alcanza la aceptación.
Hay un estoicismo de desfile militar en la percusión de Rowntree, perfectamente equilibrado por la libre improvisación de Graham Coxon.
Damon pregunta: "¿Nos estamos quedando sin tiempo?"
"Ver a través del coma en nuestras vidas, algo tan brillante que ni siquiera puedes, tan momentáneo que solo puedes serlo..."
Es el divagar con un amigo en una madrugada.
Un momento de claridad ebria antes de que la canción, y el álbum, se desvanezcan en retroalimentación y ruido blanco.
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“The Ballad of Darren” fue un éxito en el Reino Unido llegando al número 1, convirtiéndose en el séptimo álbum número uno consecutivo de la banda. También encabezó las listas en Bélgica, Irlanda, Escocia y Suiza, y se convirtió en el primer álbum Top 10 en EE. UU. de la banda en la lista Top Album Sales, alcanzando el puesto número 8, si bien en el chart del Billboard 200 llegó a un más modesto número 94.
De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio.
Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo y se lo dedicamos a toda la gente, a toda esa gente que camina por el parque sin ningún tipo de preocupaciones.
Esto fue “The Ballad Of Darren”, de Blur, en Punto Muerto.
“Elvis is still in the building, goodnight Montevideo City.”
