Con canciones de 10 minutos o más y con una canción principal de cuatro partes como pieza central, Charcoal Grace es la banda progresiva Caligula's Horse en su momento más progresivo.
A lo largo de la última década, Caligula's Horse se han convertido en verdaderos favoritos de los fans del metal progresivo.
A fuerza de ser sincero, al inicio no fueron una banda que me haya cautivado del todo como lo han hecho otras, pero me terminaron conquistando con su anterior álbum “Rise Radiant”, que se lanzó durante la pandemia y, como muchas otras bandas, Caligula's Horse se vio afectada personal y profesionalmente por la pandemia.
Su sexto álbum, el brillante Charcoal Grace, se inspira en los conflictos y la desesperanza del grupo durante este tiempo, junto con sus esperanzas de un futuro mejor.
El título de Charcoal Grace (La Gracia del Carbón en español, según la banda, pretende reflejar "el sombrío encanto y la extraña belleza en la quietud, el silencio y la pérdida".
El álbum explora bastante sonidos hermosos y más suaves a lo largo de su tiempo de ejecución, pero en verdad, Charcoal Grace es más un álbum dinámico que uno "suave".
Aquí se muestra toda la gama de la banda, incluido el primer tema de 10 minutos, “The World Breathes With Me”; hay sonidos delicados en las partes más limpias, pero también tonos sutilmente más oscuros, mientras que los riffs más pesados pueden tener un toque crujiente y transmitir una sensación de brillo.
La voz típicamente suave de Jim Grey guía a los oyentes a través de un viaje complicado que abarca coros cálidos, resoplidos con sonidos enormes, picos melódicos brillantes (respaldados a veces por cuerdas) y solos de guitarra evocadores.
“The World Breathes With Me” es el tipo de tema que puede permitir a los recién llegados saber en una canción si la banda será atractiva, tanto por su alcance como por ser uno de los mejores esfuerzos de la banda hasta la fecha.
La canción “Golem” es más específica en su enfoque, pero sigue el legado de temas como “Rust” y “Slow Violence” al ser más cortos, más enganchados y más pesados. Esas dos canciones más antiguas exhiben aspectos de lo que me impidió encajar completamente con el grupo anteriormente, y parte de la entrega vocal en los versos de “Golem” quizá no me termine de convencer, pero en general, con sus riffs sinuosos, y el tono ambivalente del coro que se siente esperanzador y siniestro, termina siendo uno de sus intentos más fuertes en una canción como esta, particularmente con su clímax conmovedor.
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A diferencia de “Golem”, la siguiente parte de la lista de canciones está ocupada por material que representa algo nuevo para Caligula's Horse: una suite de cuatro canciones.
Con una duración de 24 minutos, “Charcoal Grace” en todas sus partes es potencialmente lo más ambicioso que la banda ha hecho hasta la fecha, y lo lograron con mucho éxito.
El primer 'movimiento', "Prey", tiene un toque progresivo clásico en el solo de guitarra y la instrumentación de apertura, pero la mayor parte de la canción es más moderna, ya que una discreta sección electrónica aumenta la tensión con un marcado ritmo progresivo en su pesadez. La segunda parte, “A World Without”, puede incluir algunas de las instrumentaciones y melodías más bonitas del disco, desde las guitarras solistas hasta el dulce canto de Grey.
El movimiento final, “Give Me Hell”, aporta más oscuridad, brindando una intensidad inquietante que se acentúa con el uso adicional de cuerdas, pero la canción, sin embargo, conserva la grandeza de sus paisajes sonoros.
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Hay una verdadera sensación de triunfo culminante en el final de “Give Me Hell” y toda la suite “Charcoal Grace”.
Al descubrir cómo mantener el impulso desde este punto hasta el final del disco, la banda primero se sumergió en la ternura acústica en “Sails” (con un exuberante solo de guitarra), antes de ofrecer una rica pesadez a un ritmo majestuoso en el deliberado y texturizado “The Stormchaser”.
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La relativa calma y la escalada gradual de este último par de canciones que escuchamos son necesarias para preparar la plataforma para “Mute”, un tema cercano a los 12 minutos que atraviesa baladas tranquilas y riffs técnicos retorcidos, antes de incorporar instrumentos de viento de madera en unos perfectos minutos finales que aseguran que el disco termine en las notas más altas.
Debo admitir que todavía hay un cierto je ne sais quoi en Charcoal Grace que me impide abrazarlo por completo, pero este es el sonido del Caligula’s Horse en su mejor momento.
Si algún álbum suyo termina convirtiéndome en un fan total, probablemente será este. No me encanta en su totalidad (además de mis problemas con “Golem”, “Charcoal Grace III: Vigil”, en su mayor parte acústica, es algo pesada), pero en su mayor parte, es un disco muy sólido que tiene una serie de momentos muy destacados en temas como “A World Without”, “Give Me Hell” y “Mute”.
En la discografía de la banda, se ubica cómodamente junto a “In Contact” en la cima de la clasificación, solo que le falta una canción tan brillante de principio a fin como “Graves” para ocupar el puesto número uno directamente.
Esto fue Charcoal Grace de Caligula’s Horse.