Amor amarillo fue la base sobre la que Cerati comenzó —sin saberlo en ese momento— a construir su carrera solista, un disco inmerso en la intimidad de sus preferencias musicales.
En ese momento, para él solo se trataba de una aventura, un respiro después de haber estado casi diez años de gira con Soda Stereo. "Para Gustavo fue un desafío laburar solo, no apoyarse en una banda, tocar todo", dice Taverna. "Es un discazo, poco reconocido para mí."
Para Amenábar, es el álbum "más auténtico" de la carrera solista del ex líder de Soda Stereo.
"Será que el amor y la espera de un hijo son las sensaciones más fuertes que puede experimentar un ser humano en esta vida, y un artista, lógicamente, vuelca esos sentimientos en su obra."
Personalmente, es el disco que musicalizó un verano en la Barra del Chuy junto a mi novia Irene en 1994, el que me hizo conocer al excepcional “Artaud” de Spinetta y al que recurrí cuando me enteré del accidente de Gustavo estando yo en una isla en medio del Océano Pacífico.
Sin dudas, “Amor Amarillo” es mi disco preferido de Gustavo Cerati.
Uno que efectivamente me llevé a una isla casi desierta.
Se te sigue extrañando Gustavo.