Led Zeppelin lanzó su quinto álbum con una canción llamada "The Song Remains the Same" (“La Canción Es La Misma” en español), pero era una mentira.
Lanzado el 28 de marzo de 1973, “Houses of the Holy” fue todo menos lo mismo que sus predecesores.
Led Zeppelin había establecido cierto estilo al incorporar líneas de folk y una majestuosidad acústica en medio de su rock pesado impregnado de blues.
Dicho eso, en las ocho canciones de éste álbum, el grupo fue aún más lejos, ya sea con el sabor jamaicano de "D' yer Mak'er”, el funky de "The Crunge" o las ambiciones progresivas de la orquesta de "No Quarter".
“Houses of the Holy” por supuesto que también tenía mucho rock para los fanáticos de Zeppelin.
Sin embargo, el paisaje sonoro general del álbum era mucho más amplio.
“Houses of the Holy” ciertamente encontró a Led Zeppelin volando más alto que nunca.
El disco anterior, su cuarto álbum, fue un triunfo absoluto contando solamente a "Stairway to Heaven", si bien todos sabemos que había muchísimo más que eso.
La banda que Jimmy Page comenzó en 1968 estaba llenando estadios y no se podía pasar más de una hora escuchando una radio sin que pasaran una canción de Zeppelin.
Lo cosechado con ese éxito ayudó a empujar a la banda a experimentar con “Houses”.
Page y John Paul Jones habían instalado estudios caseros, lo que les permitió llevar pistas más completas a sus compañeros de banda.
Los excesos que finalmente harían que Zeppelin fuera algo inconsistente en concierto aún no habían hundido sus garras en la banda, por lo que cuando comenzó la improvisación, durante febrero de 1972 en Dorset, Inglaterra, y luego en mayo en la casa de Mick Jagger, Stargroves, en Hampshire, los cuatro integrantes estaban tan geniales como siempre.
Esa combinación de preparación y energía hizo que las sesiones “Houses” fueran mágicas, incluso cuando se trasladaron a Olympic Studios en Londres y, más tarde, a Electric Lady de Jimi Hendrix en New York para dar los toques finales con el nuevo ingeniero Eddie Kramer.
Cabe recordar que las prodigiosas sesiones también produjeron canciones como "The Rover", "Black Country Woman" y la canción "Houses of the Holy", que aparecieron en “Physical Graffiti” de 1975, "Walter's Walk" para Coda de 1982 y según se informa, un conjunto de canciones de Elvis Presley y otros favoritos del rock de los años 50 grabados en Electric Lady.
Los críticos, como de costumbre, desenvainaron sus espadas cuando salió el álbum, cuyo lanzamiento se retrasó para que la memorable portada de Hipgnosis, nominada al premio Grammy, fuera perfecta.
Rolling Stone, grandes enemigos de Zeppelin en aquellos años, predeciblemente tildó al trabajo como un "dirigible flácido" y "uno de los álbumes más aburridos y confusos".
Fue un “álbum inconsistente" y "extrañamente lento" para otros medios que declaraban a “Houses” como un desastre.
Para el profundo malestar de la crítica, fue el tercer álbum No. 1 de Zeppelin en los EE. UU. (con el tiempo certificado Diamante por más de 10 millones de copias vendidas) y el cuarto éxito consecutivo en las listas de éxitos en el Reino Unido.
"D'yer Mak'er" incluso llegó al No. 20 en el Billboard Hot 100, el tercer éxito Top 20 para una banda notoriamente reacia a los singles.
Y la gira norteamericana de 1973, luego de un mes de presentaciones en estadios en Europa, comenzó seis semanas después del lanzamiento del LP, con presentaciones en estadios colmados en Atlanta y Tampa para un total combinado de casi 100.000 personas, lo que era un disparate para aquellos tiempos.
Nosotros comenzaremos nuestro repaso con “The Song Remains the Same”.
Page había construido una pieza instrumental llamada "The Overture" en el estudio de su casa, y su estilo majestuoso y arrollador inspiró a Plant a escribir letras sobre la experiencia de estar de gira, lo que provocó un cambio del título inicial a "The Campaign". Las capas de guitarras, tanto de seis cuerdas (en su Fender Telecaster) como de 12 cuerdas (en la Rickenbacker), sonaron como un ejército orquestal, impulsado por el respaldo confiable y sólido de Jones y el baterista John Bonham.
Para recrearlo en vivo, Page usaría su famosa Gibson EDS-1275 roja de doble mástil que usó en "Stairway to Heaven".
Fue una de las varias pistas de “Houses” que Zeppelin preestrenó en la gira, dando a "The Song Remains the Same" su estreno en octubre de 1972 en Japón y manteniéndola en el set hasta el verano de 1975.
De esta forma comienza “Houses Of The Holy” en Punto Muerto.
Cuando George Harrison criticó que Led Zeppelin no hacía baladas, a Page se le ocurrió esta respuesta llamada "The Rain Song", compuesta casi en su totalidad en el estudio de su casa.
Incluso toma prestadas las primeras notas del éxito de los Beatles "Something", compuesta justamente por Harrison.
Tenía el título provisional "Slush", ya que Jones creó una orquesta de partes de cuerdas simuladas en un Mellotron.
La canción también presenta al gran Bonham desplegando todo su estilo en la batería y a Page tocando sus partes eléctricas en un Danelectro, mezclando diferentes afinaciones para agregar a su riqueza sonora.
Además, se encuentra entre las mejores interpretaciones vocales de Plant.
Era la canción más progresiva que Led Zeppelin había grabado hasta la fecha, donde la banda apostó por un territorio genuinamente nuevo.
Luego escucharemos “Over the Hills and Far Away", que tenía sus raíces en "White Summer", un solo de guitarra acústica que Page tocó en los Yardbirds, que fue parte de los primeros sets en vivo de Led Zeppelin, siendo algo con lo que él y Plant comenzaron a jugar durante 1970 en Gales, en la casa de campo en Bron-Yr-Aur, donde estaban componiendo Led Zeppelin III.
Page mantiene la acústica a lo largo de la canción, incluso cuando estalla en un nirvana eléctrico a toda velocidad después del primer verso.
La canción fue conocida como "Many, Many Times" por un tiempo, y Plant mezcló inspiraciones de “El Hobbit” de Tolkien y de los estilos de vida nómadas hippies que vio en los EE. UU. durante las primeras giras de Zeppelin.
Además, "Over the Hills and Far Away" fue el primer single lanzado de “Houses of the Holy”, alcanzando el puesto 51.
Una de las canciones más cuestionadas de “Houses of the Holy” es “The Crunge”.
Un tema que cierra el lado A y comienza con un ritmo de Bonham que inspiró a Page a tocar un riff funky.
Para la letra, Plant canalizó algo del espíritu de James Brown, hasta preguntar "Where's the bridge?" (¿Dónde está el puente?) basado en "Take It to the Bridge”(Llévalo al puente) de Brown en su clásico “Sex Machine”.
La línea de Plant, "Ain't' going to call me Mr. Pitiful / No, I don't need no respect from anybody” (No me vas a llamar Sr. lamentable / No, no necesito el respeto de nadie) rinde homenaje a Otis Redding y sus canciones "Mr. Pitiful" y "Respect”.
El chiste acá es que es una canción de baile que no se puede bailar y los miembros de la banda reconocieron que la canción era una broma.
Incluso se pensó en incluir un diagrama de pasos de baile en el álbum, pero la idea se abandonó más tarde.
Después vamos con la segunda idea más antigua del álbum.
”Dancing Days" se inspiró en la música india que Page y Plant escucharon durante sus viajes en Bombay y fue una de las más alegres y directas canciones que el grupo haya grabado.
Estaban tan contentos con eso que el ingeniero Kramer recuerda ver a los cuatro miembros bailando en fila en el césped de Stargroves mientras la pista se reproducía desde la unidad de grabación móvil de los Rolling Stones.
Entre las alegrías que proporciona la canción, está escuchar el slide que toca Page el riff de guitarra, lo que creó un nuevo grado de desafío al recrear la canción en vivo.
Aunque se lanzó comercialmente como el lado B de "Over the Hills and Far Away", "Dancing Days" fue la primera canción de “Houses of the Holy” lanzada en radio, con discos promocionales distribuidos exclusivamente para las estaciones.
BBC Radio One tuvo el honor de estrenarla el 24 de marzo de 1973, durante su programa de mediodía, apenas cuatro días antes de que saliera “Houses of the Holy”.
Cerramos la tríada de canciones con "D'Yer Mak'er", que ciertamente muestra una ambición musical avanzada a su época, con un genial Bonham que encontró un ritmo entre el doo-wop y el reggae, que el ingeniero Kramer capturó colocando micrófonos a cierta distancia de la batería, en un conservatorio con paredes de vidrio en
Stargroves.
Suena un poco desordenado, y lo es a propósito, pero atrajo a los oyentes más allá de la base de fans establecida de la banda.
La canción alcanzó el número 20 en el Billboard Hot 100, siendo solo el cuarto tema de Zeppelin en llegar tan alto.
Sin embargo, Zeppelin se sorprendió por la polarización que generó la canción en los fans más radicales.
Otra pregunta obvia es ¿qué significa el título?
Si bien algunos pensaron que era una referencia a un encuentro sexual, fuentes más autorizadas confirmaron que era una forma de decir "Jamaica" basada en la pronunciación característica de la nación insular.
John Paul Jones dio a luz a esta obra etérea durante las sesiones del cuarto álbum de Led Zeppelin, aunque no tuvo mucha tracción en ese momento. Continuó trabajando en el estudio de su casa, ralentizándolo desde su versión original y lo trajo a la banda para “Houses of the Holy”, donde encaja con la filosofía más experimental del momento. Proporcionó un escaparate para la interpretación del piano de Jones y, en concierto, proporcionó un vehículo para improvisaciones que se extendieron 20 minutos o más.
Sin embargo, "No Quarter" fue un favorito de los fanáticos que Page y Plant revivieron para su proyecto justamente llamado “No Quarter: Jimmy Page and Robert Plant Unledded” en 1994.
"The Ocean" termina el álbum estilístico y aventurero de Led Zeppelin en tierra firme, con un riff de blues-rock pisando fuerte que a veces recuerda a "Good Times Bad Times" de su debut.
Se puede escuchar a Plant referirse a su hija Carmen como "la chica que ganó mi corazón" en la última línea de la canción, y Bonham y Jones hacen raras contribuciones de coros a "doo-wop", también cantado cerca del final.
Y poco más de un minuto y medio en la pista se puede escuchar un teléfono sonando.
Líricamente, "The Ocean" es la metáfora de Plant para el mar de cuerpos que salen regularmente a ver a la banda, aunque también hay una referencia a la leyenda del blues Robert Johnson como "el perro del infierno", refiriéndose a su legendario trato para vender su alma al diablo en cambio de fama, lo que la mitología de Led Zeppelin afirma que Page, Plant y Bonham también hicieron.
Así como comenzamos con un pequeño fragmento de “Rock And Roll”, extraído de la película “The Song Remains The Same”, concluimos con otra canción que no formó parte del álbum, si bien fue grabada durante las sesiones del mismo.
Nos despedimos con la canción “Houses Of The Holy”, perteneciente al álbum de 1975 “Physical Graffiti”.
Esto fue “Houses Of The Holy”, de Led Zeppelin, en Punto Muerto.