¡Bienvenidos a Punto Muerto!
Como tantas otras bandas clásicas de los años 60, los Doors fueron realmente la suma de sus partes, pero más que cualquiera de sus contemporáneos, estuvieron peligrosamente cerca de ser eclipsados por la presencia magnética de Jim Morrison, uno de los dioses originales del Olimpo del rock.
Obtuvo la mayor parte de la atención, en gran parte por sus travesuras en el escenario, que a menudo incluían confrontaciones de borrachos con fanáticos, la policía y la exhibición de su pene.
Sin embargo, como siempre, la música de la banda es la razón por la que importan más de 40 años después de que saliera su álbum debut.
Hicieron seis discos, en su mayoría geniales, antes de la inevitable muerte de Morrison a la edad de 27 años.
Comenzaremos con el sello de la casa.
Desde el golpe inicial de la batería, hasta el golpe de cierre de toda la banda siete minutos después, "Light My Fire" resume casi todo lo que necesitás saber sobre los Doors.
Es sexy, un poco largo, un poco arrogante, un poco pretencioso y absolutamente brillante.
La canción llegó al número 1 justo cuando el verano del amor se estaba calentando, siendo un símbolo perfecto de la época.
En la época de edición de “Five to One”, allá por 1968 cuando se lanzó el álbum “Waiting For The Sun”, se decía que la proporción aproximada de blancos a negros, jóvenes a viejos, y no fumadores a fumadores de marihuana en los EE. UU. era de cinco a uno.
También era la cantidad de vietnamitas a soldados estadounidenses en Vietnam, aunque Jim Morrison dijo que sus letras no eran políticas. Del lado netamente musical, muchos describen al riff de guitarra de Robby Kriegger como proto-metal, siendo básico en la prehistoria del género.
Esta pieza central de 11 minutos no solo cierra el álbum, sino que define a “Strange Days”.
Según Ray Manzarek, su sección de órgano de apertura se inspiró en el clásico de jazz de Herbie Hancock "Watermelon Man". Usó una introducción similar en otra canción de Doors, "Soul Kitchen".
La letra contiene elementos bíblicos, habla de los reyes magos.
Al igual que "The End", del álbum debut de los Doors, "When the Music's Over" suena como una advertencia apocalíptica, si bien el tema es la música siendo el fuego de la vida.
Cuando se detiene, también lo hace el mismísimo espíritu de la vida.
Esta fue la última canción que grabó Jim Morrison.
Se fue a Francia y murió unas semanas después de esto.
El single fue lanzado en Junio de 1971, poco antes de la muerte de Morrison.
La canción puede verse como un relato autobiográfico de su vida.
Él se consideraba a sí mismo un "Jinete en la tormenta".
El "asesino en el camino" es una referencia a un guión que escribió llamado “The Hitchhiker (An American Pastoral)”, donde Morrison iba a interpretar el papel de alguien que hacía dedo en una ruta y emprende una ola de asesinatos.
La letra que reza "Chica, tienes que amar a tu hombre" puede verse como una súplica desesperada a su novia de mucho tiempo, Pamela.
Se escucha la lluvia, comienza “Riders On The Storm”.
El final épico de The Doors en su álbum debut sonaba monumental incluso antes de que Francis Ford Coppola lo usara en “Apocalypse Now” una docena de años después.
La banda perfeccionó su impecable interpretación de la canción en sus conciertos nocturnos en Los Ángeles y las presentaciones en vivo registradas luego son simplemente extraordinarias.
Apenas hay suficiente espacio para respirar en "The End", una pesadilla/fábula claustrofóbica y paranoica que retrasa su penitencia apocalíptica durante 12 angustiosos minutos.
Nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio en que repasamos algunas grandes canciones de The Doors.
Espero que hayan disfrutado del programa tanto como yo.
Esto fue The Doors en Punto Muerto.
La calles son desiguales cuando estás abajo.
“Elvis is still in the building, goodnight Montevideo City.”