Dulce Veneno
Puro chicle, rosado o tutti frutti, alegre y eternamente joven. ¿Quienes sus inductores? Profesionales y músicos de sesión como Don Kirschner, Jeff Barry o Neil Diamond.Ideal para discográficas de antes y políticos de ahora aplicados a la creación de marionetas manipulables. Los Archies, ejemplo decantado, pero T-Rex, Dawn o Formula V entre la legión de admiradores del preciado “bubblegum sound”. Dulce veneno en mi sinfonola.