¿Debe la corrección política contemporánea condicionar la visión autoral? ¿Tiene el arte alguna responsabilidad para con la sociedad? Cuando el arte se convierte en producto, ¿tiene el consumidor derecho a exigir que la obra se adecúe a sus voluntades? Ojalá se nos hubieran ocurrido todas estas preguntas cuando grabamos el Gamerah de noche de hoy.