Magdala es un paraje de la antigua Palestina citado en la Biblia (en el Nuevo Testamento) y en el Talmud. Se ha asociado con al menos dos lugares. Se dice que María Magdalena nació en esa localidad. Jesucristo visitó esa región según las siguientes citas San Mateo 15:39; También región de Dalmanuta San Marcos 8:9. Dalmanuta ha sido considerada como una variante nominal o un error del escriba, que debió escribir Magadán o Magdala. La antigua Magdala, en la costa noroeste del Mar de Galilea, era una gran ciudad en tiempos de su ciudadana más famosa, María Magdalena. Según los antiguos, tenía barrios de pescadores y tintoreros, y había nada menos que 80 tiendas de lana fina.
Su nombre griego, Tarichae, significa “pescado en escabeche”, lo que indica que fue también un centro importante en esta industria, además de contar con astilleros. Algunos eruditos la identifican con la Dalmanuta de san Marcos (8:10), adonde fué Jesús tras alimentar a los 4.000.
Hace unos años, durante un periodo de sequía, el lago bajó de nivel y mostró los cimientos de una torre que, según los arqueólogos, dio nombre a esta ciudad (que significa “torre”), y que podría haber sido un faro.
El espléndido paisaje que rodea Magdala incluye el impresionante acantilado de Arbel y el Valle de las Palomas, el principal camino que habría tomado Jesús hasta esta región desde Nazaret. De hecho, las mejores vistas de Magdala, cuyas excavaciones se encuentran en una zona vallada perteneciente a los franciscanos, se obtienen en la cima del Arbel, desde donde se divisa toda la zona del ministerio de Jesús hasta el horizonte.
Sion (en hebreo: ???????, tsiyyon; transliterado a veces como Zion, Tzion o Tsion) fue inicialmente el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén. La fortaleza se situaba en una colina del lado sureste de Jerusalén, el Monte Sion, y es mencionada en la Biblia como el centro espiritual y la "madre de todos los pueblos" (Salmo 87, 2).
En el Libro de los Salmos figuran los Cánticos de Sion, conjunto de himnos gloriosos sobre la presencia de Dios en relación al pueblo de Israel, desde el diálogo con Moisés, pasando por el Arca de la Alianza, y hasta llegar al Templo de Jerusalén.
Sion es un término que hace referencia a una sección de Jerusalén, la cual, por definición bíblica, es la Ciudad de David. A menudo suele emplearse el término Sion como sinónimo de "Jerusalén".
Tras la muerte de David, el término comenzó a usarse para definir la colina en que se situaba el Templo de Salomón. Más tarde, Sion se empleó para hacer referencia tanto al Templo como a sus propios cimientos.
Como recoge la Biblia en numerosos de sus pasajes (y especialmente en Isaías 60), este nombre fue utilizado a lo largo del tiempo como referencia no solo a la ciudad, sino también a la noción de Jerusalén como centro espiritual del pueblo judío; y, por extensión, a la Tierra Prometida.
En el medioevo, Sion fue usado por militares y religiosos católicos para denominar a la orden de Sion durante la primera cruzada (siglo XII).
En siglo XIX, el sionismo o movimiento nacionalista moderno del pueblo judío adoptó el témino Sion por consenso general y desde entonces su empleo se mantuvo para designar no solo a Jerusalén, sino a toda la Tierra de Israel. Uno de los pasajes bíblicos más famosos que hacen referencia al término se encuentra en el salmo 137:
Junto a los ríos, en Babilonia, allí nos sentábamos, y llorábamos al acordarnos de Sion.
En dicho salmo, Sion es considerada ser un lugar de unidad, paz y libertad, literalmente opuesto a Babilonia, ciudad decadente y caracterizada por su explotación sistemática del género humano.7
El anhelo de los judíos por Sion, comenzando desde la deportación y esclavitud de los judíos durante el cautiverio babilonio, fue luego también adoptado en los Estados Unidos por los esclavos negros cristianos, e incluso luego de la Guerra Civil, continuó siendo por los negros que en ese país continuaban aún oprimidos.
Sion pasó a simbolizar el anhelo de los pueblos desposeídos y errantes por una tierra segura. Podía aludir Sion a un lugar específico, como Etiopía en el caso de rastafaris. Para otros adquirió un sentido puramente espiritual, significando el hogar espiritual, ya sea el cielo o la paz de espíritu en la vida presente de un individuo.
En el caso del pueblo hebreo ambas ideas se conjugan en el himno nacional de Israel, titulado Hatikva y escrito en 1878; es allí donde el término Sion adquiere un papel protagónico expresando las dos veces milenaria Esperanza colectiva y nacional del pueblo israelita: