China y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo para reducir temporalmente los aranceles que han marcado su guerra comercial en los últimos años. El pacto, que se aplicará durante 90 días, incluye además la creación de un canal permanente de diálogo para resolver futuras disputas económicas.
Tanto Washington como Pekín han celebrado el avance como un paso significativo hacia una relación comercial más equilibrada. La comunidad internacional ha valorado positivamente el acuerdo, que podría contribuir a estabilizar el comercio global.