A lo largo de los años, Cristiano Ronaldo ha construido un estilo de vida donde el lujo y la exclusividad van de la mano.
Uno de sus mayores orgullos es su impresionante colección de coches, que va mucho más allá de los Bugatti. En su garaje descansan también modelos de Ferrari, Lamborghini, Rolls-Royce y McLaren, todos ellos valorados en cifras de seis ceros. No se trata solo de acumular, sino de elegir lo mejor de lo mejor, como el Rolls-Royce Cullinan, que supera los 350.000 euros, o el Lamborghini Aventador, con un precio que ronda los 400.000.
Pero no todo en su vida es velocidad y motores. El futbolista también ha apostado fuerte por el bienestar y la comodidad de su familia. Posee una lujosa mansión en la exclusiva zona de La Finca, en Madrid, así como otra en la Riviera portuguesa. Además, ha invertido en hoteles a través de su cadena “Pestana CR7”, con establecimientos en ciudades como Lisboa, Madrid o Marrakech. Estos negocios no solo refuerzan su imagen de marca global, sino que le aseguran ingresos mucho más allá de los terrenos de juego.
