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Ser deportista implica disciplina, esfuerzo y constancia. Pero más allá de entrenar el cuerpo, también es esencial entrenar las finanzas. Los atletas, especialmente aquellos en el apogeo de sus carreras, enfrentan retos financieros únicos.

Muchos deportistas profesionales ganan en un solo año o en unos pocos años lo que el trabajador promedio podría no lograr en toda su vida. Sin embargo, esta situación puede generar una falsa sensación de seguridad financiera.

A menudo, estos atletas cometen los mismos errores financieros que cualquier otra persona: ayudar en exceso a amigos y familiares en dificultades económicas; gastar desmedidamente en artículos de lujo, ropa y comidas en restaurantes; adquirir más propiedades de las que realmente necesitan; y no ahorrar pensando en el futuro. Algunos también se retrasan en el pago de sus impuestos, pasan por situaciones personales que implican grandes cantidades de dinero. . Un factor que agrava esta situación es que muchos deportistas son jóvenes cuando, de repente, se encuentran con grandes sumas de dinero en sus manos.

Es crucial que estos jóvenes talentos, que alcanzan la cima del éxito de forma temprana, estén rodeados de buenos asesores financieros y se eduquen en gestión del patrimonio. Deben tener en cuenta que ellos son los responsables finales de cada una de las decisiones financieras que se tomen. Por tanto, una formación sólida en finanzas puede ser la diferencia entre conservar su riqueza a lo largo del tiempo o enfrentar dificultades económicas una vez que su carrera deportiva ha concluido.

Aquí os dejamos 15 consejos para que, al igual que en el deporte, también seas el número uno en tus finanzas.

Planificar a largo plazo: A diferencia de otras carreras, el deporte profesional suele tener una ventana de tiempo más corta. Es esencial pensar en el futuro y establecer objetivos financieros a corto, medio y largo plazo. Considera inversiones que te ofrezcan rendimientos estables a lo largo del tiempo..
Crear un fondo de emergencia: Lesiones, cambios de equipo o circunstancias inesperadas pueden afectar los ingresos. Tener un fondo de emergencia, equivalente a 6-12 meses de gastos, brindará seguridad en tiempos inciertos.
Diversificar las inversiones: Como dice el refrán: No pongas todos tus huevos en una sola canasta. Distribuye el patrimonio entre diferentes tipos de inversiones: bienes raíces, acciones, bonos, entre otros. Si una inversión no rinde como se espera , otras pueden compensar la pérdida.
Educación financiera: Al igual que un atleta se capacita en su disciplina, es fundamental aprender sobre finanzas. Esto ayudará a tomar decisiones informadas y a reconocer oportunidades o riesgos.
Contratar a un asesor financiero: Buscar un profesional que comprenda las particularidades de un deportista. Asegurarse de que tenga buenas referencias y sea transparente sobre sus honorarios.
Evitar gastos superfluos: Es común que, al recibir grandes sumas de dinero, surja la tentación de hacer grandes compras. Si bien es válido darse gustos, es esencial mantener un equilibrio. Antes de comprar, preguntarse si realmente se necesita.
Marcar un presupuesto: Determinar una cantidad mensual para gastos. Considerando ingresos, deducciones y gastos fijos. Lo que sobre puede ser destinado a ahorro o inversiones.
Entender los contratos: Ya sea con un equipo, patrocinadores o representantes, es vital entender cada cláusula de los contratos. Saber lo que corresponde y las obligaciones te evitará sorpresas desagradables.
Considerar el post-retirement: Si bien puede parecer lejano, llegará un momento en que no se pueda o no se quiera seguir compitiendo. ¿Qué se hace después? Algunos deportistas se convierten en entrenadores, comentaristas o emprendedores. Planificar y ahorrar para esos días es fundamental. Proteger el patrimonio: Considerar seguros que cubran desde salud, vida, hasta responsabilidad civil serán una red de seguridad en caso de contingencias.
Construir una marca personal: Aprovechar la notoriedad para crear una marca personal sólida. Esto puede abrir puertas a patrocinios, colaboraciones y oportunidades post-deportivas.
Mantener al día las obligaciones fiscales: Los impuestos pueden ser una preocupación para muchos deportistas, especialmente si compiten en diferentes países. Contratar a un contable o asesor fiscal es una forma de asegurar que se cumplen con las obligaciones fiscales. .
Evitar deudas innecesarias: Si bien puede ser tentador financiar compras, hay que tener cuidado con las deudas. Los intereses pueden acumularse y afectar a las finanzas. Networking: Establecer conexiones con otros deportistas, empresarios y profesionales. Las relaciones que se construyan hoy pueden ser valiosas en el futuro.
Estar atento a posibles estafas: Desafortunadamente, muchos ven a los deportistas como blancos fáciles para estafas. Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, probablemente lo sea. Investigar y buscar asesoramiento es esencial.