Jim Croce tenía 30 años, un hijo pequeño, una mujer. Había publicado 3 álbumes preciosos y grabado una cantidad de canciones magníficas. Cansado de la vida del músico, de grabar y hacer giras, sin tiempo para pasarlo con su familia, había decidido dejar esa vida. Pero se subió al avión en el que acabaría su vida tras estrellarse a los pocos minutos de despegar.
Os contaremos su vida, y su música. Canciones que han transcendido como “I Got a Name”, “Bad Leroy Brown” o “I´ll Have To Say I Love You in a Song” entre otras tantas.
Si algo nos enseña la vida y la obra de este artista maravilloso, es que hay que aprovechar la vida al máximo, que nunca sabemos que nos deparará el día siguiente…