Madhava comentando el Viveka Sudha Mani en Cestona el 18 de septiembre del 2022.
Curso de Filosofía Vedika.
El Atmán es indiferente.
296.En consecuencia, deja de identificarte con ese puñado de arcilla que es el cuerpo grosero y con el cuerpo sutil y el sentimiento del yo imaginados por la buddhi. Realiza tu Atmán que es Conocimiento absoluto y cuya existencia no puede ser negada ni como pasado, ni como presente, ni como futuro y alcanza la Paz.
En Buddhi es donde se encuentra la Conciencia, que es adonde tenemos que ir, a la Conciencia; por eso el plano búdico es el plano de la sabiduría. La Conciencia es lo que conoce y nos hace sabios.
La Conciencia, cuando está ahí, rodeada de la mente, sólo percibe lo que la mente le cuenta. La Conciencia no imagina nada, porque no tiene poder de imaginación; quien tiene poder de imaginación es la mente, La Conciencia tiene el poder de conocer, no de imaginar, ni de pensar, ni de recordar, esas son funciones de la mente. La Conciencia sólo conoce, pero al principio conoce sólo lo que la mente le cuenta.
Cuando funcionamos de esa manera, cuando imaginamos, estamos funcionando con la mente. Si nos hacemos conscientes, nos damos cuenta de que estamos imaginando. La mente funciona con sus imágenes, con sus conocimientos, que están registrados en la memoria, la mente juega con lo que tiene y la Conciencia está dándose cuenta.
La Conciencia lo único que hace es darse cuenta y le deja funcionar a la mente, haz lo que quieras, no le pone trabas. El Atmán no pone trabas nunca, aunque le quieras matar a tu vecino. No nos dice ni que sí ni que no, nos deja hacer lo que en ese momento queramos hacer, eso sí, luego tenemos que atenernos a las consecuencias.
El Atmán no nos dice si algo es bueno o es malo. El Atmán sólo conoce, está, existe y conoce, sólo se da cuenta. Quien enjuicia es el juego de la mente y de los cuerpos. Es ahí donde se produce el karma, como consecuencia, para aprender, por ejemplo, el no dañar. No dañar no porque el Atmán nos diga que no hay que dañar. El Atmán no nos dice nada, nos deja hacer lo que nuestros cuerpos inferiores quieran. Lo que tenemos que hacer es aprender y lo hacemos a través de la experiencia. Si para aprenderlo, no dañar tenemos que dañar, pues lo hacemos.
El Atmán no tiene sentimientos, es indiferente. Nos deja hacer lo que queramos, pero en ese camino tenemos que ir aprendiendo. Si queremos dejar de sufrir, si queremos acercarnos a la meta, tenemos que aprender.
Por eso todo amor; el amor libera. El amor no nos dice que no hagamos eso; las experiencias están para que aprendamos.
Estamos acostumbrados a funcionar con la mente y en la mente está todo eso: el padre, el niño, el adulto, y están todas las grabaciones que hemos hecho y funcionamos con eso.
El Atmán lo que hace es ser, es indiferente, no le toca nada. Si sufrimos tratamos de hacerle chantaje emocional, pidiéndole que se apiade de nosotros. Sufrimos para ver si aprendemos de una vez, tenemos que aprender por nosotros mismos. Si nos restringen las experiencias no podemos aprender.
Somos nosotros mismos los que tenemos que autogestionarnos, darnos cuenta.
En la Conciencia no existe ni pasado, ni presente, ni futuro; eso existe en la mente, porque en la mente tenemos memoria. En la Conciencia sólo existe el presente, el momento éste, este momento.