La raiz de nuestras ansiedades y decaimiento espiritual se basa en que desconfiamos de la fidelidad de Dios. Dios es Dios, y es fiel a su promesa.
Deu 7:9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones;