Mayo de 1982, México DF en la calle Cañitas. Norma la hermana, de Carlos Trejo, se obsesiona en contactar con un antiguo novio fallecido en accidente. Resumiendo los terrores: la Ouija se volvió loca, su actual novio fue poseído y la entidad, una especie de monje con garras, amenazó con matarlos y hubo la acostumbrada ración de puertas y ventanas cerradas solas, ruidos… Se intentó un exorcismo en vano y en 10 años el espectro acabó con los 14 que habían estado por allí. Cabrera habla de autosugestión y del ambiente "mágico" que se respira en México. Define la posesión tal que una crisis histérica o epiléptica, y los 14 muertos ni como casualidad ni como maldición, sino como un abandono de uno mismo, por esa sugestión, de manera que se está más expuesto a morir.