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Description

Una curiosidad de este museo gira en torno a la leyenda de la existencia de un fantasma que vaga por sus estancias; se trata del fantasma de Catalina, que algunos suponen que fue la hija de Antonio Lercaro y a la que obligaron a contraer matrimonio con un hombre de avanzada edad, por lo que la joven decidió quitarse la vida arrojándose el mismo día de su boda a un pozo de la parte trasera de la vivienda, el cual se encuentra en la actualidad tapiado.

La leyenda apunta a que el cuerpo de Catalina está enterrado en una de las estancias de la casa, debido a que, al haberse suicidado, la Iglesia se opuso a que recibiera cristiana sepultura en un cementerio. Úrsula Lercaro Justiniani, no dejo testamento, la partida de entierro no especifica nada, y la segunda esposa del viudo se volvió loca

En los años 90 el cabildo restaura la casa como museo de historia y los vigilantes de las obras comienzan a hablar de ruidos extraños, hasta los actuales del museo. Hay apariciones, ruidos, olores, dolores de cabeza.