Una procesión de hombres rubios, casi albinos; unos les miran entre el miedo y la repugnancia, otros les tiran piedras; pero a ninguno dejan indiferente: Los Agotes. Considerados "raza maldita", los últimos cataros, incluso una raza aparte biológicamente. Tratados como impuros, endemoniados, capaces de contaminar todo lo que tocaban y transmitir enfermedades.
Agote es la denominación que ha recibido cierto conjunto de pobladores de las áreas apartadas de los valles de Baztán y Roncal en Navarra (España), aunque también en municipios de Aragón y la zona vasco-francesa. [1] Fueron artesanos que trabajan la piedra y la madera, y más adelante el hierro también. Durante siglos fueron discriminados socioeconómicamente. Se conoce su existencia a partir del medievo, muchos han supuesto que la etimología de la palabra agote deriva de gótico o godo (en el País Vasco Francés eran llamados cagots, quizá del occitano o catalán ca got, «perro godo»). Menos probable es que la etimología se remonte a los bagaudas.