- Todos queremos que las cosas nos vayan bien. ¿Tenemos la seguridad de ello? Evidentemente NO.
- Cuando observamos nuestra vida –los que ya hemos tomado decisiones trascendentales, como casarnos, estudiar alguna profesión, iniciar alguna empresa, trasladarnos de país, etc.-, usualmente vemos que si ANTES DE TOMAR LA DECISION, buscamos la dirección y la voluntad del Señor, tales decisiones han dado un buen resultado.
- Pero de la misma manera…. Decisiones que NO consultamos a Dios… o fracasaron, o no trajeron alegría al corazón, etc.
- Entonces: La Biblia nos enseña que hay ciertos pasos, condiciones, que nos ayudarán a tomar decisiones que terminen en bien.
- Veamos algunos.