La Palabra de Dios expresada en la Biblia, determina que habrá cosas que, a su momento, sucederán en cumplimiento a lo que Él de antemano estableció. No se trata de solamente saber qué o cuáles cosas pasarán, sino que es necesario estar preparados para que cuando estén sucediendo permanezcamos firmes, guardando la fe y el amor por Nuestro Señor.