Iniciarse en la aventura de la libertad total, significa negar incluso su propio nombre, su propia biografía, su propio tiempo archivado y penetrar en la plenitud total del ser, experimentando exclusivamente aquello que se está captando, sin comparaciones, sin juicios, sin expectativas.
Ensayen el silencio mental, ensayen la contemplación y estarán penetrando en la realidad espiritual.