El viernes, Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea, publicó datos que revelaron un crecimiento del cero coma dos por ciento en el producto interno bruto de la eurozona durante el segundo trimestre del año, que abarca de abril a junio. Polonia destacó en la región con un crecimiento del uno coma 5 por ciento, seguido por economías como Grecia, Países Bajos, España y Croacia. En contraste, Italia, Bélgica y Francia registraron un crecimiento del cero coma 2 por ciento, que fue la media de la eurozona, pero también se observaron caídas.
En economías como Alemania, el producto ha experimentado un leve retroceso de una décima, mientras que en Irlanda ha caído un punto porcentual. La economía mundial no está pasando por un buen momento y la eurozona no es la excepción. Viajamos a Frankfurt para discutir este tema con nuestro colega Ezequiel Daray. Buenas tardes, la eurozona ha experimentado un crecimiento del cero coma dos por ciento y muchas economías se han movido dentro de ese rango. Sin embargo, al analizar los datos individuales de cada país, algunos han sorprendido por su desempeño. En particular, Rosa, destaca el caso de algunos países por su rendimiento.
Los extremos que son mencionados parecen ser los que más gastan y los que peor se comportan, lo cual podría ser beneficioso para la Unión Europea. En el caso de Polonia, a pesar de tener un gran déficit fiscal, está impulsando significativamente su economía. A pesar de un crecimiento del uno y medio por ciento en el trimestre, se espera que crezca un tres por ciento en el año. Sin embargo, tiene el doble de inflación que el resto de la eurozona, aunque su nivel de endeudamiento es bajo. Esto le permite permitirse algunos errores, al contrario de otros países de la UE.
Es necesario tener en cuenta a largo plazo lo que sucede con Italia, ya que a pesar de que el gobierno de Meloni está estimulando mucho la economía con extensiones de impuestos, tiene un déficit tan grande que la Unión Europea ya le ha advertido y marcado una meta de reducción de ese déficit en los próximos años. Por otro lado, Irlanda es el estudiante ejemplar de la clase, con el mayor superávit fiscal de la Unión Europea, superávit comercial, baja deuda y desempleo bajo. Sin embargo, sufrió un golpe en la economía y cayó un uno por ciento en el.
El último trimestre del año pasado tuvo una caída significativa, especialmente influenciado por el sector externo y, en particular, por el sector de salud que se vio muy afectado después de la pandemia. Además, el mercado laboral es un tema de actualidad, con datos preocupantes en Estados Unidos y un pronóstico de crisis de empleo en Alemania según un informe del Financial Times. Esta situación se está dando a nivel mundial, como observamos en los datos disponibles.
En Alemania hay un récord histórico de cuarenta y seis millones de personas trabajando, lo que equivale al seis por ciento de desempleo. Hace veinti cinco años la tasa era del doble, aunque se prevén despidos en sectores como la industria química, que está trasladando la producción a Asia debido a los altos costos energéticos. También se espera que la industria automotriz se vea afectada, ya que la producción de autos eléctricos es más simple y requiere menos mano de obra.
Durante este período, llegaron a Alemania al menos un millón de ucranianos, de los cuales setecientos cincuenta mil están en edad de trabajar, pero solo dos ciento mil tienen empleo. Esta situación ha contribuido al aumento de la tasa de desempleo. Un aspecto preocupante es la pérdida de empleos cualificados y bien remunerados, que están siendo reemplazados por trabajos de menor calidad. En resumen, la economía alemana está perdiendo, y es posible que se empobrezca un poco más.