Una migración que ha separado familias enteras. Todavía siento que muchos de nuestros países, entre ellos Chile, no comprenden la migración venezolana. No se trata de una migración económica, sino de una migración por situación humanitaria. La situación en Venezuela era difícil. Trabajaba en un medio de oposición haciendo periodismo de investigación, crónicas y perfiles, no necesariamente políticos, pero tocando temas sensibles. La distancia duele y me ha llevado a reflexiones y escrituras relacionadas con la venezolanidad. Estamos en el consulado de Venezuela en Chile. Mi nombre es [nombre], historia de guayabo. Hay muchos venezolanos esperando para votar, algunos frustrados. Necesitamos hablar de política, de temas difíciles, de nuestra identidad como migrantes, nuestra comida, gustos y nostalgia. Cuento tres frases que se me quedaron pegadas y llevo dos. Te voy a dar un chancletazo a que yo lo consigo. Luego vino un tiburón que nos quería comer, pero saqué mi máquina de hacer cosquillas y el tiburón se echó a reír y se convirtió en una zanahoria. Defiendo la imaginación, no solo la infantil, sino la imaginación en general.