Ahondo en la siguiente charla en cómo lo que parece disgregado para los sentidos perceptivos en esencia es íntegro, santo, bienaventurado y en plenitud. Ya que el Amor y la Vida no menguan ni desaparecen. Nada es como el ego lo supone. Todo es más allá de lo formal/temporal, eterno y espiritual. La Divina Unicidad Es, el resto sólo ensueño e irrealidad.