Cuando se apaciguó la cólera del rey Artajerjes, sus ministros decidieron buscar muchachas para presentarlas ante el rey y que este pudiera elegir una nueva reina en lugar de la reina Vasti. En la ciudadela de Susa vivía Mardoqueo con su sobrina Ester, a quien había adoptado tras la muerte de sus padres. Ester fue llevada ante el rey. El rey se enamoró de ella y la hizo reinar en lugar de Vasti. Por otra parte, el rey encumbra a Amán por encima de todos los príncipes ordenando que todo el reino se postre ante su presencia. Mardoqueo se niega a postrarse ante él y Amán, lleno de ira, planea no solo su muerte sino también la de todo el pueblo judío.