Acababan de regresar los niños Rafael y Rosario de sus respectivos colegios y con la alegría propia de haber sacado en los exámenes notas de sobresalientes. El niño tenía nueve años. La niña ocho. Sus almas gemelas en sentimientos y en inteligencia, habían sufrido una lamentable desviación en los colegios a donde los habían llevado sus padres, que por sus muchos quehaceres no pudieron dedicarse exclusivamente a la educación de sus hijos. Pero la suerte había cambiado y por lo tanto, dueños ya de todo su tiempo, resolvieron sacar a sus hijos del colegio y terminar su educación en casa y bajo su exclusiva dirección.
Autora del libro: Rosario de Acuña. Voz de: Alba Escudero.