Los menús tendrán que ser la expresión de las demandas de la población y una respuesta a sus propias necesidades, entablando solidariamente alianzas con las cocinas y los fogones de otros lugares. Esto es la “geopolítica culinaria".
Los comensales serán parte esencial, ya que ellos deberán proveer los productos necesarios con su propio trabajo, no solo en el cultivo de la tierra, sino también en el procesamiento, distribución y comercialización, poniendo en primer plano la justicia y la respuesta a las necesidades de la mayoría.
Viva la “oikonomía” de un mundo por y para los más pequeños. ¡Vivan los fogones del mundo unidos!.